martes, 21 de enero de 2014

El carrusel de Brujas. Cuento personalizado de Antonio






En una preciosa tienda de Brujas vivía un pequeño carrusel. Estaba formado por cuatro preciosos corceles blancos, equipados con sus respectivas monturas y bocados en colores rojo y azul. Todos llevaban colgadas del cuello coronas de flores y, por el lomo y la cola, muérdago y adornos de Navidad. Galopaban sobre una resplandeciente superficie nevada y, al compás del galope, su estilizada figura se veía reflejada en los múltiples espejos que rodeaban el eje del tiovivo. Una carpa roja repleta de detalles de ensueño, como cintas, filigranas doradas y escenas de paisajes y trineos tirados por renos, coronaba el techo, y copos de nieve blancos en forma de estrella se habían posado con delicadeza allí, como si acabaran de caer del cielo. Las mismas escenas y detalles decorativos se repetían bajo la nieve sobre la que cabalgaban los caballitos. [...]
Dos señoras de mediana edad regentaban la tienda y se encargaban de dar cuerda al pequeño carrusel. Entonces éste giraba al compás de la melodía de un animado villancico. Los caballitos, así, subían y bajaban alegres, disfrutando de su breve viaje. [...] 
                        
                        El carrusel de Brujas, Blanca I. López Tejada